Los espárragos son tallos jóvenes y tiernos de la esparraguera, planta herbácea (Asparagus officinalis) de la familia de las liliáceas que alcanza hasta 1,7 m de altura. Se cree que los espárragos tienen su origen en las riberas del Tigres y el Éufrates, en el actual Irak. En el antiguo Egipto ya era una hortaliza habitualmente consumida, como queda reflejado en pinturas que se han encontrado en antiguas tumbas. Los antiguos griegos y romanos extendieron su cultivo por toda Europa. En la Edad Media, cayeron en el olvido, y en el Renacimiento se volvieron a popularizar.
¿Sabías que…?
Además de ser deliciosos, los espárragos aportan muchos beneficios a nuestra salud y son un alimento muy completo cargado de antioxidantes, que se ocupan de retrasar la fase de envejecimiento. Si sufres enfermedades vinculadas con el corazón o hipertensión arterial, no dudes en tomar este vegetal debido a sus elevados niveles de aminoácidos asparagina.
El aminoácido asparagina recibe su nombre del espárrago, al ser rico en este compuesto. Contiene fibra, calcio, fósforo, hierro, vitamina A, B1, B2, C, así como ácido fólico y ascórbico.
El consumo habitual de espárragos:
-Contribuye a una adecuada circulación sanguínea.
-Evita el estreñimiento, mejorando el tránsito intestinal, debido a su gran cantidad de fibra.
– Solamente tienen 20 Kcal por 100 gramos. El espárrago es uno de los alimentos con más agua, nada menos que el 95%, de ahí su poco contenido calórico y que sea uno de los alimentos estrella en las dietas de adelgazamiento.
-Reduce la síntesis de radicales libres y protegen al sistema inmune.
-Tienen agentes diuréticos muy benéficos para la hipertensión, la retención de líquidos, las enfermedades de vejiga, y la diabetes. De ahí que al orinar, notes un olor un tanto intenso, que hace referencia a este tipo de compuesto. No hay que preocuparse por ello ya que se trata de algo muy normal.
-Sus vitaminas del complejo B ayudan a mantener relajado el sistema nervioso.
-Ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y contribuyen a la renovación cutánea. El poder antioxidante de la vitamina A es un gran aliado para proteger a tu piel de los daños solares y a luchar contra el acné, ya que esta vitamina disminuye la producción de sebo en los poros.